Decidí gritar mi reclamo
llanto, canción
y hablo por quien
por los yo pasados
por los tu silenciados
por nosotros
aunque crean que sucumbimos,
pero no.
Te desafío
porque el silencio ahoga
porque tengo hambre,
porque muero.
Lleno esta habitación de palabras,
mi boca de deseos
propósitos,
y aturdo mi pensar
con cada pitada que doy,
me hundo entre hojas secas,
en barro tibio,
a cada paso,
pero no hay opción,
no para silencio
soledad.
Prefiero elegir este relato
que vuelvo a tejer,
entregarlo
a quien quiera recibirlo
porque es mío,
y yo soy él
una vez más.
Pablo Duran