Memoria de
muertos
que nunca fueron
más que fantasmas,
formas
caprichosas,
flotando y
deshilachándose,
como este suspiro
que el frío de la
noche
para desvanecerse al siguiente;
de cuerpos
que alguna vez tuvieron
rostro,
nombre,
que hoy deambulan
pidieron asilo
y que quiero
alojar,
no sé por que razón;
de sabores,
reales
orientales
y hasta sintéticos
que llegaron a mí
originales,
vírgenes,
y logré hacer a
mi semejanza;
de sonidos
mezcla de vientos
cuerdas y llanto,
que se tornan letanías
con las que vibro
y me dicen que aún
es posible;
memorias
que habitan en mi
cuerpo
con las que
caminamos juntos
ellas y yo.
Profunda nostalgia !!
ResponderEliminarMuy bien interpelada esa sensación de estar poblados por otros, aún con un fugaz paso en nuestras vidas...
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